Parecía que no habría hueco en la Expotaku coruñesa este año para un clásico de las convenciones como es el softcombat, pero no es así. El único inconveniente es que las responsabilidades de su organización han recaído enteramente sobre mí. No me importaría en absoluto (es más, estaría encantada y halagada por ello) si no tuviera los exámenes finales los días anteriores y posteriores a la expo, y con tanto trabajo por delante para prepararlo.
Para empezar, el guión, que cuanto más intento redactarlo, más convencida estoy de que me saldrá mejor y me pondré menos nerviosa si improviso. Además, no sé si contaré con elementos como un ordenador, o un proyector, así que creo que será una charla un poco aburrida, además de que los de jugger se habrán llevado a todos sus oyentes al exterior para realizar partidos de demostración justo antes de mi turno. ¡VIVA! Ojo, no lo critico ni nada, es simplemente que me ha tocado un mal momento ya que yo no podré hacer combates de iniciación esa tarde, sino el sábado por la mañana (otro mal momento, a mi parecer). Pero dejaré de quejarme, que la oportunidad que me han brindado es increíble.
Y hablando de combates de exhibición, tengo que terminar muchas armas porque en los últimos entrenamientos, los novatillos se han cargado varias armas, algunas de una forma más dolorosa que otras, véase el caso de esta katana...
Así que ahora, además de tener que hacer nuevas armas, tendré que arreglar las pocas que ya tenía...
De todos modos, intentaré hacerlo lo mejor posible para que los pocos espectadores que tenga se lleven una buena impresión del softcombat y se animen a practicarlo regularmente, que buena falta le hace a Galicia ponerse las pilas.
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