miércoles, 1 de julio de 2020

Diario de una softcombatiente II: el retorno

¡Cuánto tiempo (específicamente 2 años, 6 meses y 5 días, pero ¿quién los cuenta?)! Parece que hace toda una vida que no escribo aquí. Principalmente por falta de motivación, pero también falta de tiempo y de temas en mi cabeza. Porque, pese a organizar eventos de softcombat y, más recientemente, rol en vivo, ser presidenta de la Federación, desarrollar artesanía centrada en softcombat y rol en vivo, y meterme cada vez más en el mundillo, pues a la hora de sentarme frente al pc a escribir... me quedo en blanco. O empiezo a dudar sobre si sé realmente de lo que escribo. Soy consciente de que, objetivamente, tengo mucho de lo que escribir, como para 50 entradas diferentes al menos, pero ya sabéis cómo funciona el síndrome del impostor. Así que voy a hacerme un listado de temas chachis a desarrollar, ya si eso cuando me venga la inspiración. Y hoy voy a hacer un pequeño resumen de estos dos años y medio.

Sí, sigo siendo (o... ¡sorpresa, ahora soy!) presidenta de la FES - Concilio de Herreros (aquí enlaces a blog y foro oficiales), aunque la AJSV ha dejado de existir, siendo sustituida en materia de softcombat por LARPeiros (los juegos de palabras son mi sello de identidad, sorry not sorry). Seguimos trabajando en la oficialización del softcombat como deporte desde la federación, y este año hemos retomado las conversaciones con la comunidad latinoamericana buscando un reglamento común para las competiciones internacionales. En realidad, la federación llevaba en general un poco parada durante todo este tiempo, por bajas de asociaciones veteranas, descenso de participantes en el norte del país, trabas municipales en varias zonas...). Ha sido una polémica en relación al artículo de wikipedia que ayudé a Joseba a redactar lo que ha revuelto las aguas y hecho que viéramos lo poco que habíamos llevado a cabo en este tiempo. Así que ahí estamos, de vuelta a la carga, ¿qué pandemia ni qué cuarentena?

Otro proyecto es el relacionado con el curso de artesanía en cuero. Éste iba a ser en teoría mi último año, proyecto final, y después sólo quedaría pedir la carta de artesano y buscar talleres y recomendaciones. El COVID ha decidido que repitamos curso, lo cual es, a la vez, un alivio y una frustración. El año escolar extra me viene bien porque iba muy apretada de tiempo, ahora podré poner en práctica ideas que me han ido surgiendo, otras que había tenido que descartar por falta de tiempo, y perfeccionar los diseños. Pero también había empezado a buscar trabajo fuera de Galicia para poder trabajar de mi vocación (artesanías orientadas al rol en vivo, recreación, cine y teatro), y que tendré que aplazar otro año si quiero terminar este curso y acumular horas de formación para la carta de artesano. Como veis, hay en mi mentalidad actual un salto cualitativo bastante grande al respecto en comparación con antes. En estos 2 (en realidad, 3) años, considero que he mejorado, tanto en cuero como en réplicas, lo suficiente para soñar con dedicarme profesionalmente a ello. Que es muy posible que no, ya que la demanda no ha crecido tanto como la oferta y a día de hoy es casi imposible vivir de esto... De todos modos, sigo buscando también trabajo, aunque con decepcionante resultado, y sigo aceptando encargos de réplicas y armaduras sobre todo.

Varias piezas del proyecto de fin de curso

Respecto al LARP, ciertamente he ido metiendo algo más la pezuña en este tiempo, pero ni he llevado a cabo ningún evento interesante ni he podido estrenarme aún como solamente jugadora. El pasado 12 de junio hubiese estado como enana gitana en Unión, pero se ha pospuesto, y Versum, a donde pensaba ir por primera vez sin ninguna responsabilidad, ha tenido que cancelar la edición de este año por precaución, así que ahora toca currarme caracterizaciones de una vez (en casa de Ferreira, culler de pau) y seguir ahorrando también para... no sé, la Feria del Dragón, o la Drachenfest, yo qué sé. Algo. Y por el momento también seguiré con Gáidil, nación de Thalesia de la que soy triarca y para la que he organizado los tres últimos eventos en Galicia.

En la batalla de Corunnar contra Artabria
Y hablando de organizar eventos, el año pasado decidí que aquella iba a ser la última Expo que organizaba. Es un evento al que tengo muchísimo cariño, he conocido y estrechado lazos con gente genial con la que sigo manteniendo el contacto (o al menos intentándolo), pero cada año era mucho más duro que el anterior, y cada vez me satisfacía menos. Además, seguramente iban a prohibir los sorteos, que era la única fuente de ingresos de mi asociación (y la mía, sinceramente) para recuperar los gastos de viaje, estancia y materiales, además de que las condiciones que nos estaban poniendo me hacían sentir cada vez menos a gusto. En estos últimos años, también comencé un pequeño evento gratuito en Vigo, la ViManGO!, con gente a la que había ido conociendo en otras asociaciones. Creo que la cuenta de eventos en cuatro años ha alcanzado ya las dos cifras, y justo este año queríamos hacer un sólo evento anual más grande, pero... en fin, no ha podido ser, y seguramente hasta dentro de un año tampoco se hará. Aunque, para ser sincera, no sé si me quedarán ganas de organizar nada para entonces, es un cartucho que he quemado muy fuerte a lo largo de los 6 últimos años y no es ni de lejos mi vocación.

Y ésa es básicamente mi vida a día de hoy, incluyendo los temas personales y familiares que al final todos tenemos en menor o mayor medida y que no tiene sentido comentar por aquí porque... bueno, porque es mi vida privada y sacarla a la luz nunca trae nada bueno consigo (30 años he tardado en aprender eso, sí). Sí que he empezado con la ayuda psicológica, al fin, y espero que la terapia me ayude a retomar este blog y, quizás, empezar a abarcar menos proyectos titánicos y centrarme más en estas pequeñas cositas. Sea como sea, éste es uno de los varios esfuerzos que he hecho para retomar el blog, a ver qué tal sale, pero sin presiones.

Y con un agradecimiento me despido. No sé si seguiréis por aquí los que empezasteis, y seguramente habréis olvidado este blog después de tanto tiempo, pero muchas gracias a mucha gente por seguir por aquí, aguantando mis movidas, mis quejas de lo mucho que tengo que hacer pero que no dejo y por lo visto nunca voy a dejar. Y muchas gracias en especial a dos personas: a Arkaitz por descubrirme qué es el softcombat, y a Joseba por liarme en tantos proyectos y pincharme en la espalda para que siguiera con esto durante 7 años.