Dependiendo del grosor del cartón cortaremos más o menos capas. Si el cartón es grueso, dos capas deberían ser suficientes. Éstas conformarán la capa interior y central del escudo. Antes de ensamblarlas, haremos el hueco para el agarre de la mano, en nuestro caso la llana de plástico. En la capa interior haremos el hueco justo para que pase solamente el agarre de la llana, usando ese pequeño trozo de fibra de vidrio que visteis en la entrada de materiales, aunque podéis usar cualquier objeto recto y rígido que tengáis. Colocad la llana sobre la que va a ser la capa interior del escudo, y haced las marcas de las medidas del agarre. Después quitad la llana y marcad el hueco que vais a cortar.
Comprobad que el agarre de la llana cabe en el hueco de modo que quede lo menos holgada posible y dejadla ahí. Ahora coged la que será la capa central y colocadla justo debajo de modo que las estrías del cartón queden perpendiculares a las estrías de la capa interior. Ésto le dará más rigidez al escudo, impidiendo que por presión se doble tan fácilmente como lo haría si todas las estrías, que suponen un punto débil en el cartón, estuviesen orientadas del mismo modo. Una vez tengamos la capa interna sobre la central bien cuadrada, sin mover la capa central y la llana, retiramos la capa interna, y marcamos y cortamos el perímetro de la llana en la capa central, de modo que una vez ensamblado el conjunto, queden ambas capas igualadas (tampoco hace falta que quede perfecto, pero cuanto más igualadas estén, mejor quedará la forma del escudo).
Coged la tira de cuero, correa o lo que sea que hayáis elegido para colocar y ajustadlo al grosor del antebrazo, de modo que no quede muy flojo pero que podáis introducir el brazo cómodamente. Si usáis un cinturón, podéis emplear la hebilla para hacer el cierre haciendo agujeros a diferentes distancias, de modo que podáis ajustarlo para diferentes necesidades (es muy recomendable para gente que lo utilizará con ropa gruesa e incluso armaduras). Os quedará de este modo:
Reforzad con cinta americana ambos agarres por la parte frontal de la capa central, en el caso del agarre del brazo para que no se mueva, y en el del agarre de la mano para que, por si se hace un mal movimiento o se da un golpe con él, no salga proyectado hacia delante. Precaución ante todo siempre.
Con ésto, tendréis el esqueleto del escudo, todos los elementos que usaremos a partir de ahora serán de espuma ya que se encontrarán en la parte exterior. En la mayoría de reglamentos podréis encontrar que el frontal del escudo debe estar acolchado obligatoriamente. En este caso usaremos esterilla, aunque también podéis utilizar las planchas de foam o eva que venden en tiendas de deportes y que tienen forma de puzzle. Encolad, pegad y recortad la esterilla después, es más cómodo que recortarlo antes por si lo pegáis mal y queda desplazada.
Y ahora acolchamos el canto. El acolchado mínimo de lado suele ser de 1 cm, la medida perfecta que nos da la coquilla de fontanería. A mayores, podéis ponerle una tira de esterilla a lo largo del borde antes de colocar la coquilla, lo cual le da más fiabilidad.
Para ajustarlo, usaremos la cinta, colocándola en perpendicular a la coquilla de tal forma que quede pegada tanto a la esterilla del frontal como al cartón de la capa interior. Cubrimos toda la coquilla, sin comprimirla demasiado pero dejándola bien ajustada, montando un poco las tiras de cinta.
Y terminamos de decorar el escudo a nuestro gusto. Podemos añadir elementos al frontal (siempre que sean de espuma) como un umbo, o dejarlo plano. Y pegamos las últimas capas de cinta, pudiendo decorarlo con colores y/o figuras. Aquí tenéis varios resultados:
Además, podéis añadir detalles que os pueden resultar útiles en la capa interior, como un acolchado para el brazo, con una tira de esterilla, que absorban los golpes, o una vaina para armas con una capa de eva. También es recomendable, para proteger el escudo de la humedad y las lluvias, cubrir con cinta la capa interior del escudo, lo cual alargará su vida bastante.